Si esperas nuevas imágenes del Fondo Cósmico de Microondas obtenidas con el satélite Planck, puedes esperar sentado/a.
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Planck y su Cosmic Microwave Background |
Porque esta exitosa misión espacial europea ha llegado a su fin. Jan Tauber, científico del proyecto, fue el
encargado de enviar el último comando al satélite, a las 12:10:27 UT del 23 de octubre, marcando oficialmente el fin de las operaciones del telescopio espacial que ha pasado casi cuatro años y medio estudiando los restos de la radiación del Big Bang
y la evolución de las estrellas y de las galaxias a lo largo de la historia del
Universo.
Puesto en órbita en 2009,
el satélite estaba diseñado para analizar los débiles restos de la radiación demitida durante el Big Bang: la radiación Cósmica
de Microondas de Fondo (CMB en inglés). La imagen del CMB nos muestra el Universo
tal y como era unos 380.000 años después del Big Bang, informándonos de las
condiciones iniciales a partir de las cuales se formó el Universo que conocemos actualmente.
“El mapa de la señal CMB obtenido por Planck es el retrato más preciso de la infancia del Universo, pero nuestros cosmólogos continúan analizando la gran cantidad de datos recogidos por esta misión, con los que pronto se alcanzará un nivel de detalle incluso mayor”, explica Álvaro Giménez, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA.
“El mapa de la señal CMB obtenido por Planck es el retrato más preciso de la infancia del Universo, pero nuestros cosmólogos continúan analizando la gran cantidad de datos recogidos por esta misión, con los que pronto se alcanzará un nivel de detalle incluso mayor”, explica Álvaro Giménez, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA.
Los Estados miembros de la ESA aportaron tecnologías
clave para la misión, siendo la más espectacular el innovador sistema de
refrigeración que permitía mantener los instrumentos de Planck a tan sólo una
décima de grado por encima de la temperatura más baja que se puede alcanzar: -273,15°C. De este modo se evitaba que el calor emitido por el propio satélite
enmascarase la señal obtenida desde el espacio. Gracias a esta nevera extrema, la misión pudo detectar fluctuaciones de temperatura en la señal CMB de tan sólo
unas pocas millonésimas de grado, acabando con la idea de la homogeneidad térmica del Universo, uno de los problemas que se planteaba a la súbita inflación que se presume tras el Big Bang.
Pero estas temperaturas tan extremas no pueden mantenerse indefinidamente, y el Instrumento de Alta Frecuencia (HFI) agotó sus reservas de helio líquido en enero de 2012, tal como estaba previsto.
Sin embargo, su compinche el LFI (Instrumento de Baja Frecuencia) pudo seguir trabajando a una temperatura ligeramente superior, que se obtenía con los dos sistemas de refrigeración que seguían operativos, por lo que se siguieron realizando observaciones científicas hasta el pasado 3 de octubre. Una vez completadas sus últimas actividades, el equipo se apagó de forma manual el día 19 de este mismo mes.
Pero estas temperaturas tan extremas no pueden mantenerse indefinidamente, y el Instrumento de Alta Frecuencia (HFI) agotó sus reservas de helio líquido en enero de 2012, tal como estaba previsto.
Sin embargo, su compinche el LFI (Instrumento de Baja Frecuencia) pudo seguir trabajando a una temperatura ligeramente superior, que se obtenía con los dos sistemas de refrigeración que seguían operativos, por lo que se siguieron realizando observaciones científicas hasta el pasado 3 de octubre. Una vez completadas sus últimas actividades, el equipo se apagó de forma manual el día 19 de este mismo mes.
“Planck continuó
utilizando el LFI hasta la semana pasada, superando todas nuestras expectativas y
proporcionándonos una gran cantidad de datos con los que seguiremos trabajando
en el futuro”, dijo Tauber.
El primer mapa del sutil CMB obtenido por la Planck se
presentó a principios de este año, una vez eliminadas las interferencias provocadas
por nuestra propia galaxia y por otros objetos de primer plano. Este proceso de
filtrado dio como resultado un nuevo catálogo de objetos en el que destacan
múltiples cúmulos de galaxias desconocidos hasta la fecha.
Esta publicación también refinó los datos sobre las proporciones relativas de
los distintos ingredientes que conforman el Universo, es decir, de la materia
bariónica normal (la que constituye galaxias, estrellas, planetas, personas y políticos), de la materia
oscura (que hasta ahora sólo se ha podido detectar de forma indirecta a través
de sus efectos gravitatorios) y de la energía oscura (una fuerza misteriosa repulsiva que
podría ser la responsable de acelerar la expansión del Universo).
“Planck nos presenta una nueva forma de ver la materia que compone el Universo
y su proceso evolutivo, pero todavía seguimos trabajando para comprender mejor
cómo se expandió el Universo desde algo infinitesimalmente pequeño a las
extraordinarias proporciones que presenta en la actualidad, una cuestión sobre
la que esperamos publicar más detalles el año que viene”, concluye Tauber.
Esperamos que nuevas misiones, como la prometedora GAIA (de la que informamos en nuestra revista del mes de noviembre), nos sigan proporcionando nueva información sobre nuestro Universo. O sea, sobre nosotros.
Xavier
Más info en la web de la ESA: