No. No me refiero a que una tropa de agricultores haya colonizado un exoplaneta. Se trata que los granjeros europeos dispongan de la capacidad de observación de los satélites para mejorar sus cosechas.
Parece cosa de ficción, pero si pensamos que desde hace ya un tiempo podemos ir a cualquier parte sin necesidad de mapas, fiando en las indicaciones de un pequeño trasto guiado por satélite, no parece algo tan sorprendente.
Pues eso. La Agencia Espacial Europea (ESA) ya está probando un sistema de gestión de explotaciones agrícolas, que tiene en cuenta las observaciones realizadas con satélite de terrenos afiliados al programa. Así, el agricultor solicita el servicio para una zona determinada, y los satélites recopilan información. El banco de datos generado durante un tiempo se compara con las observaciones del estado actual de la cosecha. A esta información se añaden las lecturas de sensores colocados sobre el terreno (de pH, de humedad, etc) y las condiciones meteorológicas. El agricultor incorpora sus propios conocimientos de la zona, y a cambio recibe, por ejemplo, instrucciones detalladas sobre dónde y de qué modo fertilizar su campo. ¡Bienvenidos al Gran Hermano labriego!
El sistema, bautizado como TalkingFields (Campos Parlanchines, en una traducción libre) se ha incorporado a programas de gestión de granjas ya existentes, mejorando espectacularmente sus modelos de control y previsión de las cosechas.
Si la iniciativa mantiene el éxito de las pruebas, quizá en Europa pronto estemos disfrutando de GPS, internet, televisión… y cosechas vía satélite.
¡Esto es la pera! (nunca mejor dicho)
Más info: http://www.esa.int/esaTE/SEM3Q7WO1FG_index_2.html
Xavier