BENVINGUTS!

En aquesta nova iniciativa de Còsmik, mantindrem un fil de comunicació continuada amb els nostres clients.

El blog s'actualitzarà com a mínim d'un cop per setmana, i si hi ha alguna efemèride important, amb més freqüència.
Usarem tant el català com el castellà en les nostres entrades.

Suggeriments, comentaris, dubtes a: lastronomadeguardia@gmail.com

dimecres, 24 d’agost del 2011

¡Más madera!

Seguro que días atrás oísteis hablar de la sonda DAWN, la nave espacial norteamericana que ha entrado en órbita alrededor del asteroide Vesta (fue noticia hasta en los periódicos). Hay, sin embargo, un aspecto técnico sobre el cual no se ha incidido demasiado: la propulsión de la nave.

Aunque ya se había usado antes, la DAWN es la misión más importante (y exitosa) en que se ha empleado un motor iónico. ¿A que suena a ciencia ficción?: “motor iónico” ¡qué cool!

Efectivamente, DAWN ha usado propulsión iónica para acercarse a Vesta una vez abandonado su cohete de despegue tipo Delta. Y volverá a usar este motor para, en su momento, abandonar el asteroide y propulsarse hacia su siguiente objetivo: Ceres. Los motores iónicos ofrecen un empuje mucho menor que los motores-cohete químicos, pero su gestión del combustible es extraordinariamente eficiente, cosa que les permite mantenerse en funcionamiento mucho más tiempo.

Esquemáticamente, un impulsor de iones emplea la energía, obtenida con grandes paneles solares, para ionizar el combustible (xenón), acelerándolo mediante un potente campo eléctrico establecido entre dos rejillas. Una vez obtenida la aceleración, se inyectan electrones en el chorro ionizado para mantener el plasma eléctricamente neutro. Toda esta parrafada queda perfectamente ilustrada con el gráfico que incluimos, gentileza de la NASA.

Si os ha picado el gusanillo del motor iónico, tened paciencia, que a mi me ha pasado lo mismo: en cuanto sepa más, os lo explico.

Xavier.